El arbitraje es la práctica de aprovechar las diferencias de precios entre mercados. En términos del mundo real, esto puede significar comprar algo en oferta en una tienda minorista física y revenderlo en Amazon para obtener ganancias. El objetivo es asegurarse de que paguen menos por los clics de lo que ganan al enviar este tráfico a otros anunciantes. En 2007, Google empezó a tomar medidas enérgicas contra esta práctica.
El arbitraje puede ser una forma rentable de obtener ingresos, pero es fundamental ser consciente de los riesgos que implica. En algunos casos, los arbitrajistas se han enfrentado a acciones legales por aprovecharse de las diferencias de precios. Además, es necesario estar atento a las condiciones y tendencias del mercado, ya que los precios pueden cambiar rápida e inesperadamente.
Modelos de negocio de arbitraje publicitario
El arbitraje publicitario se puede utilizar para generar ingresos de tres formas. Las técnicas más frecuentes de las redes publicitarias son el costo por clic (CPC) y el pago por clic (PPC). La tercera configuración es el costo por mil (CPM), en el que al editor se le paga por cada 1000 impresiones de anuncios o cada vez que 1000 personas visitan la página web y ven el anuncio. El coste por adquisición es el último (CPA). Cuando los usuarios hacen clic en un anuncio gráfico o en un anuncio nativo y realizan una compra, el editor recibe una compensación a través de CPA.
La parte complicada de este proceso es dirigir el tráfico a su sitio web. Crear un flujo constante de tráfico orgánico es un desafío, incluso con prácticas perfectas de SEO y publicidad digital. Un enfoque de arbitraje de anuncios utiliza sitios web que dirigirán el tráfico a su sitio web. La clave para que este método sea lucrativo es pagar menos por el tráfico que con los anuncios gráficos o los anuncios nativos.